Entre el 70% y el 90% de las zonas urbanas están pavimentadas con materiales impermeables como asfalto, hormigón, productos bituminosos y baldosas. Estos materiales retienen el calor, lo que provoca un aumento de la temperatura ambiente e impide que el agua se filtre en el suelo. En consecuencia, esta situación contribuye significativamente a la escorrentía urbana, que está estrechamente asociada a la contaminación.
La escorrentía urbana y sus consecuencias medioambientales
La escorrentía urbana, a menudo sinónimo de contaminación, plantea graves problemas medioambientales. Durante las precipitaciones, los pavimentos impermeables dificultan la filtración y retención del agua, lo que provoca un aumento de los niveles de escorrentía. Esta escorrentía disuelve y arrastra los contaminantes urbanos hacia los colectores de aguas pluviales, aumentando drásticamente el caudal y la carga contaminante dentro de estos sistemas. En consecuencia, este proceso tiene un grave impacto ambiental, ya que daña los ecosistemas acuáticos y degrada la calidad del agua.
Reducción de la escorrentía mediante soluciones permeables
Para mitigar eficazmente la escorrentía y la contaminación del agua de lluvia, es esencial reducir la impermeabilización del suelo. Este enfoque permite que los suelos funcionen como «sumideros filtrantes» naturales, capturando y filtrando el agua de lluvia. La reducción de las superficies impermeables favorece una mejor infiltración del agua, lo que ayuda a gestionar las aguas pluviales con mayor eficacia y reduce el efecto de isla de calor urbano.
Vías ecoeficientes Atlantis: Una solución sostenible
Atlantis Eco-efficient Pathways ofrece un innovador concepto de diseño de infiltración, centrado en el tratamiento del agua de lluvia en su origen. Al recoger la lluvia lo antes posible, este enfoque minimiza el flujo sobre el terreno. Por lo tanto, las vías Atlantis facilitan la infiltración inmediata del agua, reduciendo significativamente el volumen y la velocidad de la escorrentía.
Ventajas de las vías permeables
La utilización de materiales permeables en las vías urbanas presenta múltiples beneficios. En primer lugar, reduce significativamente la retención de calor en comparación con los materiales de pavimentación tradicionales, lo que ayuda a bajar la temperatura ambiente. En segundo lugar, favorece la infiltración del agua, reduciendo así la presión sobre los sistemas de gestión de aguas pluviales y disminuyendo el riesgo de inundaciones. Además, ayuda a filtrar los contaminantes del agua de lluvia, mejorando la calidad del agua y beneficiando al medio ambiente.
Implantación y aplicaciones prácticas
La implantación de vías permeables implica el uso de materiales y diseños que permitan que el agua se filtre a través de la superficie y penetre en el suelo. Estas soluciones pueden aplicarse en diversos entornos, como entradas de vehículos residenciales, aparcamientos comerciales y paseos públicos. Al incorporar estos diseños ecoeficientes, los urbanistas y promotores pueden crear entornos urbanos más sostenibles y resistentes.